dilluns, 11 de maig del 2015

SCHRÖDINGER SIN GATO

“Si un hombre no se contradice, será porque nunca dice nada”
    - Miguel de Unamuno


    En 1943, Erwin Schrödinger realizó unas conferencias en el Trinity College de Dublin. Los asistentes fueron avisados de que el tema a tratar era difícil, y no podía de ninguna manera ser considerado popular, aunque el arma más terrorífica del físico, la deducción matemática, sería muy poco utilizada. Su título: Cómo pueden los eventos del espacio tiempo que tienen lugar dentro del límite espacial de un organismo vivo ser explicados a partir de la física y la química. No se puede negar que la presentación es bastante disuasoria, eso está claro, pero las conferencias fueron editadas más tarde como libro de divulgación y tituladas de manera mucho más amable. ¿Qué es la Vida? es un ensayo imprescindible para hacerse ciertas preguntas, y alucino cada vez que un amigo que estudia filosofía me dice que nadie en la universidad le ha obligado a leerlo. Pues vale.
   
   Mi lastimosa relación de amor-odio con algunas partes del campo de la filosofía me impiden realizar un análisis profundo de las implicaciones de esta obra, pero como la primera vez que la leí me impresionó tanto, voy a intentarlo desde otra óptica. Espero que sepas disculpar mi osadía. 
   
   Para empezar, Schrödinger introdujo en las clases la idea de un cristal aperiódico que contenía en su interior información sobre la configuración de lazos covalentes. El físico llegó a esta idea teorizando a partir de su profesión, la física, y con el arma de la deducción lógica. Poco después, los descubridores del ADN, James D. Watson y Francis Crick, reconocieron que la idea de Schrödinger les había inspirado en su trabajo. Este sería un ejemplo más de cómo el método científico resulta en el arma más poderosa que los humanos hemos diseñado y bla bla bla, pero el libro del austríaco es especial por muchas razones más. Y es que la pregunta ¿qué es la vida? se las trae.

     Todo aquello que está vivo parece fundamentalmente diferente de lo que está muerto. En principio esta es una afirmación difícil de negar. Pero ¿es cierta? En ¿Qué es la vida?, Schrödinger da esta definición sobre el tema: las cosas vivas evitan el declive hacia el desorden y el equilibrio. Vale, y qué quería decir? Imagina que el universo es la carpeta de descargas de tu ordenador. Cuando lo recibiste, la carpeta estaba ordenada, pero poco a poco sucumbió al caos más absoluto. Invirtiendo energía puedes poner algo de orden en ella, y más o menos esto mismo es lo que hacen las cosas que están vivas, lo que hacemos tú y yo cada día.

    Todas las cosas vivas de este planeta están hechas de células. Básicamente, una célula es un robot basado en proteínas demasiado pequeño y sencillo como para sentir o experimentar nada. Pero lo gracioso es que tiene todas las propiedades que asignamos a la vida: consta de un muro que la separa del exterior (creando orden), se regula a sí misma, mantiene un estado constante, come otras cosas para seguir viva, crece y se desarrolla, reacciona al ambiente, y está sujeta a la evolución. Ah, y también se reproduce, claro. Pero de todas las partes que forman una célula, ninguna está viva. Algunas de ellas reaccionan químicamente con otras, formando reacciones que crean otras reacciones y de nuevo más reacciones. En una sola célula, cada segundo ocurren varios millones de reacciones químicas, formando una invisible (para nuestros ojos) y complejísima orquesta de una belleza inaudita. Eso mismo está pasando ahora, mientras lees.

    Una célula puede construir unos cuantos miles de tipos de proteínas, algunas muy simples, otras en forma de micromáquinas extremadamente complejas. Imagina que conduces un coche a 100 km/h, mientras reconstruyes constantemente todas y cada una de las piezas del automóvil con cosas que recoges (en marcha) de la carretera. Eso es, esencialmente, lo que hacen las células. Y sin embargo, ninguna de las partes de las células están vivas; todo lo que las forman es materia muerta moviéndose e interaccionando según las leyes de la física. Así que, ¿puede ser que la vida sea la suma de todos esos procesos que ocurren?

    En un espacio de tiempo lo suficientemente largo, la esperanza de vida de cualquier ser viviente se reduce a cero. Lo que significa que todo lo vivo muere, en algún momento. La meta del proceso evolutivo es básicamente ampliar esa esperanza de vida mediante la producción de nuevas entidades, y con esto me refiero al trabajo del ADN. La vida es, de alguna manera, información genética llevada por una proteína que no para de reproducirse. Si estás vivo, estás sujeto a la evolución, y es el ADN el encargado de esparcir la información genética más preparada para sobrevivir. Así que...¿es el ADN la vida? Si aislas el ADN, lo que tienes delante es una molécula espectacularmente compleja, pero que no puede hacer nada por si misma. Y aquí es donde los virus lo complican todo. Estos colegas son básicamente cuerdas de ADN o ARN en una cápsula, y necesitan de células para hacer cosas. Nadie está muy seguro de si los virus cuentan como algo vivo o inerte, pero sí sabemos que hay unos 225 millones de metros cúbicos de virus en la Tierra, y a todos les importa muy poco lo que pensemos de ellos. Hay por ahí incluso virus que invaden células muertas y las devuelven a la vida, lo que convierte en aún más difusa la linea entre lo muerto y lo vivo. Fíjate en los mitocondrios; simplemente bacterias que se unen a células más complejas en una nueva empresa. Continuan teniendo su ADN, y pueden multiplicarse por sí mismas, pero ya no están vivas. Podríamos decir que su táctica es cambiar su propia existencia a cambio de la supervivencia de su ADN. Lo que significa que cosas vivas pueden evolucionar a cosas muertas, siempre que sea beneficioso para sus códigos genéticos.
    
   Así que, sí, puede que la vida sea información que trata de asegurar su existencia. Pero entonces, qué hay de la inteligencia artificial? Si aceptamos la denominación más común de IA, parece ser que estamos muy cerca de crear vida artificial, al menos en ordenadores. Es una cuestión de tiempo que la tecnología lo permita, y nos guste la idea o no, este tema ha dejado de ser ciencia ficción. Hay incluso gente por ahí que afirma que los virus informáticos son vida.

    De acuerdo, ¿y qué es la vida, entonces? ¿cosas? ¿procesos? ¿ADN? ¿información? Espero que estés de acuerdo conmigo en que el tema se complica muy rápido. Pero algo es seguro; la idea de que la vida es fundamentalmente diferente a la muerte porque lo que está vivo se rige por leyes diferentes a lo que está muerto resulta ser errónea.

    Antes de Darwin y Wallace, nosotros los humanos, en nuestra impertérrita habilidad para creernos especiales, solíamos dibujar una línea clara entre nuestra especie y el resto de cosas vivas. Debía haber algo mágico en nosotros que nos hiciera especiales y nos permitiera gobernar cruelmente sobre todo lo demás. Cuando tuvimos que aceptar que somos iguales al resto de los seres vivos, y que somos producto de una evolución constante, decidimos dibujar otra linea. Pero cuanto más aprendemos sobre lo que pueden hacer las computadoras y cómo funciona el proceso de la vida, más nos acercamos a la creación de la primera máquina que encaja en nuestra descripción de lo que es la vida. Y por tanto, más en peligro está la imagen que tenemos de nosotros mismos. Además, si todo en el universo está hecho de las mismas cosas (protones, neutrones y electrones), ¿significa que todo en el universo está vivo o está muerto? ¿Se trata simplemente de una cuestión de complejidad? 
  
   O mi pregunta favorita, para la que por supuesto tampoco tengo respuesta: ¿Son la vida y la muerte cuestiones irrelevantes, pero todavía no nos hemos dado cuenta? 

fuentes:
-Erwin Schrödinger "Qué es la vida?
Ed. Tusquets


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