dimarts, 23 de juliol del 2013

EL KIT DE DETECCIÓN DE CHORRADAS DE SHERMER


Cuando crecemos tendemos a ser muy crédulos. Creemos casi todo lo que la gente nos dice, especialmente los adultos, los libros de texto y la gente que sale por la tele, incluso la gente que ha colgado algo en Youtube. Básicamente creemos a cualquier autoridad, real o no.  Pero incluso de adultos, existe un mar ingente de información que viene hacia nosotros constantemente, así que conseguir diferenciar entre lo que es información correcta y lo que no parece bastante importante en nuestros días. Cómo podemos saberlo?

Antes que nada hay que ser consciente de que los humanos creemos cosas extrañas porque nuestros cerebros se han desarrollado buscando constantemente patrones con significado. Creemos a menudo ver caras en las nubes, o en un monte de Marte. Buscar patrones que formen caras e interpretarlas es evolutivamente útil, pero lleva a extremos como el de la pareidolia. Aún y así, muchos patrones que observamos son reales, y es bueno saber cuáles lo son. Eso es lo que llamamos aprender; conectamos A con B porque normalmente A está conectado a B. El problema es que muchos patrones son falsos. Son supersticiones que no responden a la realidad, y que podemos incluir en el gran grupo del pensamiento mágico. A veces, muchos portadores de creencias basadas en el pensamiento mágico me preguntan: "Y porqué debería creerte a tí y a tu escepticismo ante cualquier tema?" Y la respuesta es siempre la misma: "No deberías!". Nadie debería creer a nadie basándose en el criterio de la autoridad o la posición. Lo deseable sería que cada uno comprobara por sí mismo si algo se acerca a la verdad o no. Pero para desgracia de aquellos que creen que ver videos de Youtube o consultar la Wikipedia puede ser suficiente para, por ejemplo, desafiar toda la física y sus ramificaciones, lo cierto es que es necesario cierto entrenamiento para poder tratar un tema con el rigor debido, intentando que se escape lo mínimo (tener el mínimo de errores) y siendo igual de justo al sopesar todos los hechos e informaciones. Para ello, Michel Shermer creó este kit de detección de chorradas, basado en los escritos de Carl Sagan, que a su vez desmenuzó la vía de la anti-charlatanería en un maravilloso libro llamado "El mundo y sus demonios":

   Punto 1: Ante cualquier afirmación, podemos confiar en la fuente?
Podemos esperar errores en los datos aportados por una fuente cualquiera. Errores humanos, errores de sistema, metodológicos, etc.. pero lo más normal es que estos errores estén esparcidos al azar si la fuente es de fiar. Los errores "honestos" suelen incluso cancelarse entre ellos, porque en la informacion general que se nos propone no crean dificultad alguna a la hora de comprender el mensaje. En cambio, si todos los errores están dirigidos en la misma dirección, ajustándose hacia una creencia en particular, entonces debemos sospechar.
   Ejemplo: Los negacionistas del calentamiento global suelen subrayar las partes de información que defienden una posición en particular; sus errores siempre suelen favorecer la negación del calentamiento global del planeta, así que no es difícil pensar que hay algo más detrás.

   Punto 2: Suele la fuente afirmar cosas parecidas de manera transversal?
El sesgo de confirmación tiende a favorecer las afirmaciones que apoyan una creencia en particular.
   Ejemplo: Aquellos que encuentran confort en la creencia en espíritus, fantasmas, extraterrestres, piedras de poder, etc.. suelen creer en el paquete entero, así que tienden a ser más susceptibles a la trampa del pensamiento mágico. Esto provoca que, ante una nueva idea, en vez de comprobarla, se tiren del tren, a menudo por el propio placer de tirarse del tren, esperando que la nueva afirmación vaya a tumbar todo lo que sabemos del mundo natural. Que una idea así aparezca es posible, pero difícilmente aparecerá en ambientes tan poco críticos y alejados del rigor. O como alguien dijo; es importante tener la mente abierta, pero no tan abierta como para que tu cerebro caiga al suelo.

   Punto 3: Ha sido la afirmación verificada por una tercera parte?
Si haces una afirmación increíblemente atrevida y audaz, alguien externo debe de ser capaz de comprobarla. Por supuesto deberías también ofrecer pruebas igual de atrevidas que apoyen tu afirmación, pero si nadie puede comprobarlo, probablemente no sirva de nada.
   Ejemplo: En 1989 Pons & Fleishmann convocaron a la prensa y con grandes aspavientos anunciaron que habían conseguido realizar una fusión fría, lo que significaría que todos los problemas energéticos del planeta se habían acabado. Todos los periódicos y medios alucinaron y celebraron el acontecimiento, pero el caso es que cuando cedieron su experimento a otros grupos, niniguno pudo replicar los resultados.

   Punto 4: Encaja la afirmación con el funcionamiento del mundo?
A veces no es difícil comprobar a simple vista si una creencia encaja o no en la realidad.
   Ejemplo: Mucha gente afirma que existe un misterio de la pirámides egípcias. Afirman que es imposible que los egipcios las construyeran, y entre las razones que dan puedes encontrarte: imposibilidad de que movieran esas piedras, una supuesta perfección inhumana de las construcciones, o incluso una supuesta alineación con constelaciones. La mayoría de esta gente ignora que los restos arqueológicos de las canteras donde se cicelaban las piedras están ahí, junto a los poblados de los obreros, sus herramientas, etc..y que los restos están correctamente datados, o que el conocimiento del triángulo rectángulo 3-4-5 ayudó mucho a la perfección de la arquitectura egipcia, o que puedes alinear casi cualquier construcción humana con astros en el cielo y obtendrás algún tipo de patrón. Pero lo más importante es que, si de verdad extraterrestres o atlantes crearon las pirámides, las toneladas de pruebas en contra de esa realidad no deberían de existir. Al fin y al cabo, las pirámides son extraordinarias, pero no dejan de ser montículos de piedra creados por una cultura con grades dosis de tiempo en sus manos, mano de obra de sobras y baratísima, fenómenos meteorológicos casi nulos, etc... pero sobre todo, son un monumento a la inventiva y la creatividad humana.

   Punto 5: Ha intentado alguien demostrar que la afirmación es falsa?
La falsibilidad es un término enmarcado en la filosofía de la ciencia, y es una de las armas más poderosas que tenemos. No obstante, también es una de las más ignoradas por el público general.
   Ejemplo: Una cosa es amontonar una gran cantidad de evidencias y decir: "Hey! Tengo una idea radicalmente audaz y estos son mis argumentos para apoyarla!", lo cual es fantástico, pero cabe preguntarse también: "De acuerdo, pero cuáles son los contra-argumentos?", o "Has pensado qué otras razones pueden existir para lo que estás afirmando?". En el fondo de este asunto está el hecho de que, si tú no lo haces al presentar tu idea, alguien lo hará en algún momento. La manera en que las ideas mejoran es, básicamente, mediante el ataque constante. Así, cuando una nueva idea se mantiene a flote tras ser embestida por todos los ángulos, podemos aceptar que está cerca de ser cierta, o al menos que describe bien la realidad. Para alguien externo a la manera de trabajar del método científico, estos ataques a las ideas son indistinguibles del ataque personal, pero en realidad el proceso funciona y se engrasa a sí mismo constantemente de esta manera. No es nada personal.

   Punto 6: Hacia dónde apuntan las pruebas?
Apuntan hacia ésta teoría o hacia aquella otra? Cualquiera puede proponer una afirmación y presentar unos cuantos puntos (pruebas) a su favor, pero la cuestión permanece: Y qué hay de todas las otras pruebas? Apuntan también hacia tu afirmación o se desvían hacia otro lado?
   Ejemplo: Puede que desde tu posición de europe@ en el primer mundo no te hayas dado cuenta, pero existe una corriente en algunos de los lugares más fundamentalistas del planeta que niegan las ingentes pruebas a favor de la teoría de la evolución. Esta corriente suele llamarse creacionismo. Un creacionista te dirá: "Eh! Aquí hay un vacío en la teoría! Lo que demuestra que es falsa". Por supuesto, existen algunos vacíos en la teoría de la evolución, y algunos de ellos se han explicado en los últimos años. Aún y así, todavía hay cosas que no podemos explicar claramente. Pero qué hay de las otras decenas de pruebas que la apoyan? Qué hay de los millones de fósiles (y sus emplazamientos geográficos) que sí la explican? O qué hay de las casi irrefutables evidencias en biología molecular que la apoyan? Todo ello apunta hacia el hecho de que la teoría está muy cerca de la verdad, lo que crea en más de un especialista la seguridad de que la evolución, más que una teoría, se ha convertido ya en un hecho. Las pruebas son extremadamente abrumadoras. Y además, existe un argumento que ningún creacionista puede superar: Cómo explicarías tú todas esas pruebas que apoyan la teoría si crees que ésta es falsa? Siempre hay más de una posibilidad, pero hacia dónde apuntan las pruebas de verdad?

   Punto 7: Está presentada con rigor y bajo las normas lógicas la afirmación?
La lógica, la razón, las pruebas empíricas y la experimentación son la base del conocimiento del mundo natural. Todos tenemos sentimientos y sensaciones interiores que nos hacen humanos, que son maravillosas, pero que no son mesurables, así que para entender lo que pasa ahí fuera con la misma vara de medir y sacar conclusiones que nos sirvan a todos por igual, el proceso es sencillo: proponemos una idea, la testamos, y la comparamos con la realidad. Si encaja con ésta, podemos seguir trabajando con nuestra bonita idea. Si no encaja, la descartamos. Por supuesto ésta es una simplificación, pero es la base de cómo la humanidad ha ido sorteando problemas, explorando el mundo y mejorando (sí, en algunos sentidos no hemos mejorado mucho, pero ése es otro tema). Normalmente, el contrario de este proceso en una idea sugiere que hay algún propósito oculto en la afirmación.
   Ejemplo: Los buscadores de vida extraterrestre serios y los que no lo son; ambos grupos están interesados en lo mismo, pero hay una diferencia clara entre los dos. Uno de los grupos está plagado de gente sin entrenamiento (a menudo sin conocimiento del campo en cuestión), lo que supone que nunca hacen experimentos, ni buscan los posibles errores de sus afirmaciones, ni buscan otras explicaciones. Más que nada creen, aunque el mismo hecho de creer no tenga validez alguna sobre lo que es real y lo que no. En cambio, los equipos de vigilancia que buscan pruebas de vida extraterrestre hacen todo lo contrario; buscan errores en sus planteamientos, experimentan constantemente para encontrar respuestas, testean sus hipótesis, y sobretodo son gente entrenada en la búsqueda rigurosa. Son dos maneras radicalmente diferentes de encarar la pregunta "Hay alguien ahí fuera?"

   Punto 8: Se proporcionan pruebas en positivo?
...o simplemente se apuntan evidencias que niegan otra teoría? De nuevo, una cosa es señalar una lista de problemas de una teoría; este es de hecho el espíritu del método científico, pero aportar únicamente pruebas en negativo suele indicar cierto sesgo, querido o no.
   Ejemplo: Alguien que quiera convencernos de que existe un primate bípedo en los bosques de Canadá debe hacerlo mucho mejor que acusando al gobierno de esconder los cuerpos de un espécimen que revolucionaría la biología, y también la teoría de la evolución (o al menos esclarecería algunos aspectos de ésta). De acuerdo, puede ser que el Bigfoot sea extremadamente cauteloso y se esconda por su propio bien, pero para nombrar una nueva especie en biología necesitas un cuerpo, una disección, estudios completos y todo eso. No es suficiente con apelar a pruebas en negativo.

   Punto 9: Explica la nueva teoría más fenómenos que la antigua?
Cualquiera puede encontrar un puñado de anomalías en una teoría aceptada, ya que a veces éstas "aparcan" algunos detalles con indefiniciones a la espera de que los ataques y revisiones externos o internos la mejoren. En ciencia, no es raro decir todavía no sabemos esto, o tenemos que mejorar este aspecto de la teoría; es perfectamente normal. Hay incongruencias y misterios en muchas propuestas, pero lo que hacen algunos es recoger todas esos misterios y dispararlos en contra de la propia teoría. Es lo que se llama la adoración del vacío, es decir, aprovechar los vacíos en un campo de conocimiento para crear una teoría que habitualmente ataca al campo en su totalidad. Muchas teorías pseudocientíficas que pretenden cambiar el mundo se resumen en esta misma táctica, pero en realidad no explican nada nuevo, y mucho menos explican más que aquello a lo que atacan.
   Ejemplo: La mayoría de físicos con cierto renombre reciben diariamente e-mails y documentos que comienzan casi siempre igual: "Newton estaba equivocado! Einstein estaba equivocado! YO he trabajado en mi propia teoría que unifica toda la física!" Os aseguro que es algo habitual. Pero lo que es importante no es que estos artículos estén plagados de errores básicos en matemáticas y física, o que la metodología del trabajo haga aguas desde el principio, ni siquiera que muchos de ellos sean completamente ilegibles para alguien cuerdo. Lo que importa es que nunca explican todo aquello que explica la relatividad especial de Einstein (la mayoría de veces, porque el escritor ni siquiera conoce a fondo la teoría), por seguir con el mismo ejemplo, ni las leyes gravitacionales descritas por Newton.

   Punto 10: Son las creencias personales las que hacen la afirmación?
Es la ideología o la creencia personal de quien propone la teoría lo que se esconde detrás? Las personas escondemos sesgos incluso a nosotros mismos, y es importante tener en cuenta la posibilidad de que estemos buscando respuestas artificiosas que fundamenten una creencia que tenemos a priori, ignorando todo lo que pueda demostrar falsa esa creencia.
   Ejemplo: Cuando una revista organizó un número especial sobre el calentamiento global, invitó a científicos de izquierdas, a científicos de derechas, y a cientificos sin afiliación política alguna. La primera pregunta es clara: porqué es importante que un científico tienda a una ideología? La respuesta también es clara; los científicos también son personas, así que votan o no votan, pero participan de la vida política. Es normal que sus inclinaciones políticas puedan sesgar su imparcialidad en algunos temas. Por ejemplo, la discusión sobre el calentamiento global tiene muchísimos tintes ideológicos. Por desgracia, estos tintes pueden hacer perder la visión de lo que importa; leer los datos y sacar conclusiones. Y estos datos son claros, seas de derechas o de izquierdas. Para ser honesto con la realidad, debes apartar tu ideología a la hora de testar, experimentar o simplemente leer una teoría.

   Conclusión:
Cuando te enfrentes a afirmaciones, sean las que sean, piensa en ellas de diferentes maneras. Míralas desde diferentes ángulos. Lo que encontrarás al hacerlo es una especie de distribución, un orden: algunas de ellas son claramente tonterías y chorradas (la Tierra es plana), otras tienen todos los visos de ser bastante certeras hasta el punto de que cualquier estudioso del tema es incapaz de negar la evidencia (como la evolución), otras son todavía dudosas pero ciertamente parecen indicar hacia una dirección (como que el hombre es el principal causante del calentamiento del planeta), algunas otras son teorías todavía imposibles de testar (la teoría de supercuerdas), etc..

En cualquiera de todos estos casos, el método científico es la mejor herramienta jamás concebida para entender cómo funciona la naturaleza, y además, todo el mundo lo sabe. Incluso todos esos seguidores new age, católicos, místicos e iluminados, creyentes en las hadas y en el ratoncito Pérez, todos van al médico en algún momento, y ninguno es escéptico ante las matemáticas y la ingeniería cuando vuelan a 30.000 pies del suelo en un avión. Todos ellos, cuando hablan por teléfono o juegan con la consola en una pantalla de alta definición o navegan por internet saben que la metodología científica funciona, que su base es increíblemente fuerte. Tan solo cuando llegamos a algunos temas sensibles, como el sentido de la vida, de dónde venimos, qué significa todo esto, o qué futuro nos espera, es cuando las personas comienzan a dudar de que la ciencia funcione.

Pero en realidad no deberían; no hay camino más honesto y directo para entender no sólo estas preguntas profundas, sinó todas las que nuestra existencia pone delante nuestro.